martes, 4 de enero de 2011

Cuándo la mente se nubla de dudas, y ya no existe otra cosa en tu cabeza que no sea el incesante martilleo que te lleva a la locura; ahí, pones en duda al mundo. Pero el mundo no es solo ese montón de estupideces que dicen los que viven con hipocresía, criticando a los hombres siendo también uno de ellos; se trata de saber que las campanas suenan todos los días a las ocho, y no el escucharlas sonar a las nueve está mal. Que el ser diferente no tiene que ser un tabú, lo normal no existe, solamente está lo cotidiano, lo rutinario.

En el mundo vegetal todas las flores tienen hojas en sus tallos, pero hay algunas que además tienen espinas, y no por eso la Naturaleza las hizo menos hermosas, ni con menos aroma, inclusive aún sabiendo que las tienen las queremos, aunque sean diferentes al resto. Entonces, ¿porqué una persona no puede salirse del status que nosotros mismos impusimos? ¿Porqué hay que mirarlo mal si hace algo que nos asombra porque nosotros no lo haríamos? ¿No estamos capacitados para dejar ser feliz a las personas?

Detrás de todas las espinas y las hojas, adentro del tallo corren las mismas cosas, sales, savia, agua. Detrás de todos los colores, de los idiomas, de los gustos, y de las elecciones, adentro de los cuerpos también corre sangre roja. Te guste o te cueste aceptarlo. Si la vida nos hizo iguales pero diferentes, ¿porque no respetarlo?







Rubidia C.

No hay comentarios:

Publicar un comentario