lunes, 27 de diciembre de 2010
Solo el verte me hacía feliz.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
Los fantasmas del tren de Ayacucho.
Tres fantasmas que cosen valijas al borde de un tren, intentan ver lo que es el amor por una rendija. Se tapan la cara cuándo ven pasar algún amor desvencijado, y tratan de acercar la boca a las gotas que caen de la dulzura desmesurada. Se ríen al contemplar a los enamorados pasar engatusados en los ojos del otro, se burlan del amor a diestra y siniestra, soñando secretamente subirse al tren para descubrir que mundos recorre, que experiencias brinda.
Toda la vida han cosido las valijas de los viajantes. Cosen con gusto y sorna las valijas de los que bajan del tren entristecidos porque no los llevo a destino con la persona que subieron; y cosen con resignación la de las personas, que felices, suben al tren sintiendo el mundo como una maravilla natural. A veces se cansan de su condición de fantasmas modistos, pero recuerdan cada vez que han visto a un pasajero descender llorando por las desdichas que sufre un corazón roto, y no se acomplejan tanto al no poder sentir dolor o dicha alguna.
El tren arranca todas las noches a las nueve, y llega todas las mañanas a las once. Desde lejos se siente el piso vibrando por la excitación de la llegada de los enamorados y de los no tanto. Y a la noche el aire se corta con cuchillo por la emoción que emanan las almas nuevas por el viaje.
Algunos lo recuerdan como el viaje más hermoso del mundo. Los fantasmas del tren de Ayacucho, los escuchan como un pianista a su obra, añorando otras épocas, pero recordándolas con recato, ya que desde siempre, el amor es un tren hermoso, pero no es tan hermoso el regresar en solitario.
R. Cadmio
miércoles, 1 de diciembre de 2010
Todo vuelve a empezar.
jueves, 25 de noviembre de 2010
Adormilarse mata corazones.
lunes, 22 de noviembre de 2010
Perlas y palabras.
Te quería ver, quería que volvieras. No imaginaba estar un día más lejos de ti. Precisaba mirarte a los ojos y que me entendieras, sin necesidad de intercambiar palabras vanas que solo confunden mentes.
Necesitaba verte pasar siquiera; con ese andar rápido, creyendo que te llevabas el mundo por delante, aún cuándo tú no fuera una de esas. Frágil perla que perdida en el fondo del mar, trata de sobrevivir sin los nácares de los que estuvo rodeada en toda su vida como perla hermosa.
Hace tiempo que venía pensando en cómo decírtelo, y aquella forma no fue pensada, simplemente salió desde lo más profundo del cuerpo, desde un lugar dónde la razón y el sentir se confunden de estado y terminan uniéndose hasta formar un néctar único que sirve para no dejarse llevar por las aguas duras que golpean corazones en noches de tormenta.
No quería, te juro que no quería. Pero con cada grito que emanaba tu boca yo me desesperaba; solo el pensar de tu huida en medio de la noche me hace sentir escalofríos. Estaba acostumbrada a vos, equivocada con mi forma de pensar, aturdida por los gritos y las manos que buscaban algo a lo que aferrarse sin ver que hacían. Tenía miedo de perderte, de no verte más, de no despertarme nunca más sosteniendo tu mano entre las mías, sin sentir el calor de tu abrazo por arriba de mi hombro.
No dejaba de pensar, mientras escuchaba el concierto para primer violín y orquesta. Sentía como sonaban esos violines de la misma manera que sonaban en mi cabeza todas las ideas revueltas, mezcladas en un mar de neuronas salvajes que, queriendo escapar, buscan consuelo en la música mágica. En esos violines hermosos. En el recuerdo de tu voz.
Y así apareciste un día, riendo sin ganas, con esas cicatrices en el cuerpo y en el alma. Te presté un millón de sueños para que te reconfortaras. Te dí mis más buenas caras, te sujeté al levantarte, y quise no preguntarte el porqué de todo esto. Quién te había hecho ese daño, y porqué me habías hecho daño a mi. Pero disipaste todas las dudas cuándo me miraste. Me di cuenta de que nunca podría haberme enojado contigo por dejarme a la deriva, que siempre te esperaría a pesar del dolor en la garganta, que el llanto que había amargado mis días ya no resultaba tan amargo; pero ¿porqué? Supongo que porqué me amabas, aún siendo perla en el fondo oscuro, y yo te había dado el corazón aún cuándo las palabras me confundían.
Rubidia.
sábado, 25 de septiembre de 2010
Solo fue un jueves.
Voy a teatro, soy yo. Ese día lo mejor es ir al teatro. Actuar arriba de la rugosa pero perfecta madera que tanta cultura ha visto. Bailar al son de una música extraña hasta que el tiempo paresca agotarse. Reír sin importar lo que pase afuera, sintiendo goce en cada sensación que se permite mi cuerpo. Creer en que todo se puede lograr ahí arriba. Desear ser una astilla para estar siempre ahí. Volar sobre las butacas pensando en nada. Ser libre, cada uno a su propia manera.
Volver a casa. Ese día lo peor es volver a casa. Sentir el cansancio latiendo en cada centímetro de tu cuerpo. Escuchar voces que te gritan que dobles tu ropa. Tratar de prestarle atención a las manos que se mueven delante de tus ojos. Articular alguna que otra palabra para que dejen de gritar. Percibir en el aire la presión que hay sobre tus hombros todos los malditos días. Querer volver al teatro a sentir tu libertad dentro de tu cabeza. Gritarle al mundo que ya no soportas tanto reproche. Decirle que aún eres joven, y que no precisas hacer cosas de viejos para ser igual a ellos, porque no quieres ser igual a ellos. Encerrar tu cuerpo en el baño y pasar llave, sabiendo que tu alma se extinguió con los últimos gritos. Manos que golpean la puerta una y otra vez, sin cesar, sin parar. Te duele la cabeza, basta. No quieres abrir más los ojos, basta. Dejaste de respirar, basta.
R.Cadmio
lunes, 20 de septiembre de 2010
Jazmines pisoteados siendo Rosas con espinas.
lunes, 13 de septiembre de 2010
Dios y yo.
- Hola Martín, me llamo Agustina mucho gusto. La verdad que no creo en Dios, y no dejaría entrar a Jesús en mi corazón por el simple hecho de que no creo que sea hijo de tu Dios. No me preocupa que mi alma se valla al cielo, ya que para mi el alma no es un espiritu, para mi el alma es energía, es la energía que nos hace movernos todos los días, cuándo esa energía se termina nuestra vida también, nos vamos apagando y al final de todo el cuerpo se va al cementerio y el alma ya se extinguió. Respeto profundamente en lo que tu crees, porque veo que el tener fé en algo te ha sacado de varios momentos feos que tuviste que pasar; pero no me pidas que crea en algo que no puedo ver, ni tocar, ni oler. ¿Qué si yo creo en "Ver para creer"? Te paso a explicar Martin, no creo en que los sentidos sean infalibles, pero tampoco acredito que exista una fuerza superior al hombre, y que vele por ellos amandolos como vos decís. Yo también creo en un teoría, para mi el hombre es el mundo; todo lo que se proponga lo puede hacer. Y sí, somos débiles, crueles y despiadados. Pero hay gente como vos y yo, que elegimos creer en algo que nos hace bien, a vos te hace bien pensar que hay alguien que por las noches te cuida, a mi me hace bien ver a la gente feliz. Me hace muy feliz que tu cristianismo te haga feliz, me pone muy feliz que aquel hombre esté con una mujer, y también me hace feliz que aquel hombre esté con el hombre que ama. Ahí diferimos querido Martin, yo no creo que tu Dios acepte esa discriminación que hay en tu voz al hablar de la homosexualidad, según lo que me estás diciendo, tu Dios solo quiere que todos los hombres seamos felices por igual ¿No?. ¿Entonces porqué me estás mirando de esa forma? ¿Por alegrarme de que gente con diferentes gustos sea feliz? Bueno, exactamente por eso no dejo entrar a Jesús en mi corazón, porque si él me va a hacer pensar así, prefiero que mi alma divague por el limbo. Muchas gracias por tu tiempo Martin, que sueñes con los angelitos y con tu Dios.
R. Cadmia
domingo, 29 de agosto de 2010
Consejos para no ser otro pelotudo conformista.
Pero existimos otros, que sabiendo toda la mierda que hay en el mundo, nos rebelamos contra ella y decidimos ser diferentes a nuestra manera. Ahí es cuándo la gente nos llama raros, vagos, gente sin vida, pelotudos a full time. Pero lo que las demás personas no se dan cuenta, que más pelotudo es ser un estereotipo de individuo que lo único que hace es repetir palabras hechas por otros y creerse Einstein.
Pero por eso, para la gente que le aburren los C.B.A (Conformistas Boludos y Aburridos) yo y la Asociación Nacional Contra los Etereotipos Lineales (ANCEL) a difundido su nueva campaña, dando tips fáciles para que los adolescentes se rebelen:
Tip 1: Nunca aceptar lo que se les diga, si ustedes creen que el cielo es naranja, gritenlo. No se deben dejar llevar por lo que los demás dicen, cada uno tiene cabeza para pensar y es cuestión de querer hacer sipnasis sus neuronas. esten orgullosos de tener un punto de vista diferente al del otro, eso los hace valiosos.
Tip 2: No seguir una moda. La moda solo está hecha para gastar plata en telas caras y en bordados difíciles, al mejor estilo art attack agarrá un remera blanca que te valga cincuenta pesos en la feria de los domingos y pinta un corazón aunque sea. Sé original, no pienses en demostrar lo que vales por usar determinada ropa que te queda incómoda.
Tip 3: No quieras encajar en la sociedad. Gritá, corré, cantá. Mientras seas tú misma, nadie te puede llegar a decir que está mal o que está bien.
Tip 4: Escuchá la música que te guste. No caigas en las boludeces de "Escucho cumbia porque todos la escuchan". Sinceramente ABORRESCO ese tipo de "música", pero respeto a los que la escuchan porque cada uno escucha lo que quiere escuchar.
Tip5: Hacete respetar y aprende a respetar al que te respeta. Al que se ría de vos, directamente cagalo a piñas.
No está mal ser, sentirse o pensar diferente. Para eso existe la palabra diversidad.
Con cariño, Rubidia.
sábado, 28 de agosto de 2010
Rubidia "Guti" Cadmia
Voy a poner notas interesantes, algunas no, voy a poner pelotudeces, voy a poner cosas serias, bizarreadas, cosas sin sentido aparente, escrituras que tiene inspiración, otras que solo tienen aburrimiento, voy a escribir acá en momentos lindos, en momentos feos, en momentos de aburridismo, en momentos que me sienta para el orto.
Bueno, en fin. Todo va a estar escrito por mi. Lean si sienten que leerlo les sienta bien.
Bienvenidos, soy Rubidia. Pero me dicen Guti.